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nuestros protagonistas
socialistas promovieron una “fiesta del trabajo” pacífica, mientras
que los anarquistas optaron por una huelga revolucionaria. En
Madrid, se llevaron a cabo dos manifestaciones separadas, una
socialista y otra anarquista, que aunque no resultaron en conflictos
graves, sí llevaron a disturbios en otras regiones del país, como el
País Vasco, donde hasta se llegó a declarar el Estado de Guerra.
Tras el éxito inicial del Primero de Mayo, el gobierno español
prohibió las manifestaciones públicas debido a la violencia
asociada con las celebraciones. Esto resultó en un Primero
de Mayo de 1890 menos animado, donde los socialistas se
limitaron a celebraciones privadas y los anarquistas mantuvieron
su huelga. A medida que avanzaban los años, los socialistas
comenzaron a centrarse en luchas por derechos laborales más
que en la revolución social. Los sindicatos son los grandes protagonistas del Día del Trabajo
/ UGT
El Día del Trabajador no fue declarado fiesta nacional hasta 1931,
bajo la Segunda República, gracias a la propuesta de Largo En 1955, el Papa Pío XII declaró el 1 de mayo como la fiesta de
Caballero, Ministro de Trabajo. Esta declaración permitió que las San José Obrero, lo que llevó a Franco a reintegrar la jornada,
reivindicaciones de los trabajadores fueran directamente dirigidas aunque las manifestaciones se transformaron en misas y
al gobierno. exhibiciones deportivas.
Los exiliados españoles continuaron celebrando el Día del
Con el inicio de la Guerra Civil Española, Franco abolió la fiesta en Trabajador en el extranjero, utilizando la ocasión para denunciar el
1937 y estableció un nuevo día dedicado al “Trabajo Nacional”. régimen de Franco. En Marsella, Francia, se organizó una de las
Durante el franquismo, las organizaciones obreras operaron en manifestaciones más notables en 1954.
la clandestinidad, y aunque se realizaron algunas protestas, no
lograron mejoras significativas. Tras la muerte de Franco en 1975, el Primero de Mayo comenzó
a celebrarse con mayor libertad. En 1977, miles de trabajadores
pudieron protestar en las calles de Madrid, marcando el
renacer del Día del Trabajador en España. En 1978, se legalizó
nuevamente como fiesta nacional, lo que permitió a los sindicatos
organizar manifestaciones más efectivas y pacíficas.
Desde su restauración como día festivo, las manifestaciones del
Día del Trabajador se han centrado en las necesidades inmediatas
de la clase obrera, y se han convertido en eventos organizados
que buscan presentar demandas concretas al gobierno. •
La Internacional Socialista se encargó de difundir la celebración por todo el Samuel Román
• nuestros protagonistas
mundo / UGT
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Nº123/Mayo 2025 publiz.es magazine 15