Consejos para enseñar a montar en bici a nuestros hijos

 

Los expertos de Cleverea muestran los pasos necesarios para que los más pequeños aprendan a montar en bici y a qué edad resulta conveniente hacerlo

 
 

Con la llegada de las vacaciones escolares hay más tiempo para disfrutar al aire libre. Los días son más largos y las rutinas se relajan, lo que hace del verano una oportunidad ideal para enseñar a los más pequeños a montar en bicicleta. No se trata solo de una actividad divertida. Montar en bici marca un antes y un después en el desarrollo físico y emocional, ya que fomenta la autonomía, la coordinación y la autoestima de los más pequeños.


 

Según datos que maneja www.cleverea.com, la empresa líder en seguros online para bicicletas, nueve de cada diez españoles sabe montar en bici, y tres de cada diez la usan semanalmente para ir a trabajar o estudiar. Unos datos que demuestran que enseñar a montar a nuestros hijos en bicicleta será un regalo de por vida y un recuerdo permanente en su memoria.

 
 

¿A qué edad es más adecuado que un niño aprenda a montar en bici?

 

La edad recomendada para empezar a montar en bicicleta está entre los 3 y los 6 años, ya que en este rango de edad los niños ya han desarrollado cierto control motor, equilibrio y capacidad para seguir instrucciones simples.

 

A los 3 o 4 años los niños pueden comenzar a utilizar bicicletas de equilibrio, que no tienen pedales, lo que les permite aprender y ganar autonomía rápidamente.

 

A partir de los 5 o 6 años, cuando el niño ya ha ganado confianza y coordinación, está preparado para pasar a una bicicleta con pedales. Si ha utilizado una bicicleta de equilibrio previamente es probable que no necesite ruedas de apoyo.

 

Es importante respetar los tiempos de cada niño. Algunos mostrarán interés y seguridad antes, y otros más tarde. La presión por parte de los padres solo puede generar rechazo, mientras que un enfoque positivo y paciente suele ser mucho más efectivo.

 


SALUD INTEGRAL


 

 
 

Pasos para enseñar a montar en bici a tus hijos

 

Enseñar a montar en bicicleta es un aprendizaje que, si se realiza de forma gradual, resulta sencillo y muy gratificante. Los expertos de Cleverea señalan que estos son los pasos clave para conseguirlo:

 

1. Utilizar siempre un buen equipo de protección

Un niño bien protegido está y se siente más seguro. El casco es obligatorio y debe ser de la talla correcta, ajustarse con precisión y contar con homologación europea. Además, rodilleras y coderas protegen de raspones en las caídas, y unos guantes evitarán heridas en las palmas de las manos.

 

2. Elegir la bicicleta adecuada

La bicicleta debe ser del tamaño justo. El niño debe poder tocar el suelo con ambos pies cuando esté sentado en el sillín, ya que esto le proporcionará seguridad y estabilidad en las primeras prácticas. Hay que asegurarse también que el sillín y el manillar están bien ajustados, comprobar que los frenos responden bien, que la dirección está alineada, que la cadena está tensa y lubricada y que los neumáticos tienen la presión correcta, lo que evitará accidentes innecesarios.

 

3. Escoger un lugar seguro y tranquilo para practicar

El primer paso es buscar una explanada amplia, sin tráfico, con superficie lisa y sin obstáculos. Hay que evitar las pendientes en las primeras sesiones para que el niño no coja velocidad sin control.

 

4. Mostrar cómo frenar antes de pedalear

Es necesario que el niño se familiarice con el uso de los frenos desde el primer momento. Además, es importante que aprenda a frenar con suavidad y progresivamente, para no bloquear las ruedas y provocar una caída.

 

5. Retirar las ruedas de apoyo

Si el niño ha utilizado bicicleta de equilibrio, puede empezar directamente sin ruedas de apoyo. Si se ve necesario, se pueden retirar los pedales los primeros días, para que practique el equilibrio con la misma bicicleta. Después, se vuelven a poner y se enseña al pequeño a iniciar el movimiento colocando un pie en el pedal elevado y empujando con el otro desde el suelo.

 

6. Acompañarle físicamente en los primeros intentos

Para acompañar al niño en sus movimientos hay que sujetar suavemente el sillín, no el manillar, ya que esto le da estabilidad sin interferir en su dirección. Es necesario correr a su lado en los primeros intentos hasta que comience a mantener el equilibrio por sí mismo. No se le puede soltar bruscamente y siempre hay que avisarle para que sepa que está pedaleando solo.

 

7. Practicar con calma

Entre otras cuestiones, hay que enseñar al niño a detenerse con control, a bajarse de la bici correctamente y a colocar los pedales en posición de salida antes de iniciar la marcha. La repetición sistemática de estas acciones hará que las interiorice y las haga automáticas.

 

8. Introducir giros y recorridos más largos progresivamente

Una vez que el pequeño mantenga el equilibrio y pedalee con seguridad, proponerle trayectos algo más largos o con curvas suaves, lo que fortalecerá su confianza y hará el aprendizaje más divertido. Si se cae hay que actuar con naturalidad, animándole a levantarse y a volver a intentarlo.

 

Además, se puede convertir el proceso en un juego, trazando circuitos en el suelo, poner pequeñas metas como llegar a una farola o girar alrededor de un banco, o simular juegos de persecución suaves. El juego ayuda a que el niño aprenda sin darse cuenta y reduzca su ansiedad.

 

9. Educar en normas básicas de circulación

Aunque al principio el niño montará en zonas peatonales o parques, cuanto antes aprenda que existen normas de circulación mejor. Hay que enseñarle a mirar a ambos lados antes de cruzar, a respetar señales, a usar el timbre y a anticipar movimientos de otros.

 

10. Valorar contratar un seguro

Aunque no es obligatorio, un seguro es muy útil, Cleverea, pone a disposición de los padres, por tan solo desde dos euros al mes, un seguro de bicicletas básico que incluye responsabilidad civil, los posibles daños que puede sufrir el niño y asistencia en carretera. Y otro para los que no quieran preocuparse de nada en el que además está incluido el robo de la bicicleta y los daños que pueda sufrir en caso de accidente.

 
 

Javier Bosch, Consejero Delegado de Cleverea comenta: “Enseñar a montar en bici a nuestros hijos también implica mostrarles cómo circular con responsabilidad, lo que les protegerá tanto a ellos como a las personas que le rodean. Es un proceso que requiere paciencia, pero el resultado vale la pena. Verles montar solos, con una sonrisa de orgullo, es uno de esos momentos que no se olvidan. Y una vez que ya han aprendido, no hay mayor tranquilidad que saber que cuentan con un seguro de bicicletas, desde Cleverea, ponemos a disposición de los padres varias modalidades que incluyen responsabilidad civil, daños que pueda sufrir el niño, asistencia en carretera, robo o daños en la bicicleta.”