Ciento veinticinco años de azúcar en La Poveda
La industria del azúcar dejó en la Zona Este dos ferrocarriles, dos puentes y un barrio
Tras la pérdida de las colonias en 1898, España se encontraba en una encrucijada al perder también el comercio del azúcar. Por eso y para intentar salvar un mercado en serio riesgo, el ministro Raimundo Fernández Villaverde implantó un arancel para evitar la entrada masiva de azúcar de las antiguas colonias. Esta decisión provocó un auge de plantaciones de remolacha azucarera en los cuatro años siguientes por todo el país, y en Madrid su epicentro se ubicó en la comarca de Las Vegas.
Así, 1898 vio el nacimiento de una azucarera en la localidad de Aranjuez. Una fábrica que no será la primera dedicada al refinamiento del azúcar en la localidad, pues desde 1850 ya existía una que cerrará sus puertas en 1905. Esta segunda azucarera, que hoy se encuentra en situación de total abandono, estará en funcionamiento hasta 1992, después de que en 1904 la Sociedad General Azucarera de España se haga con su control.
En 1899, concretamente un 28 de octubre, nace la llamada Sociedad Azucarera de Madrid, una empresa con sede en una parcela cercana a Arganda que llevará por nombre Granja La Poveda, por la presencia de chopos y álamos (Poveda es sinónimo de Alameda). La primera piedra de la fábrica se pone un 14 de enero de 1900, y lo hace para poner en marcha un proyecto muy ambicioso. Y es que, si Aranjuez podía permitirse el traslado de la remolacha desde Las Vegas del Tajo hasta la fábrica utilizando carros, no ocurría lo mismo con la recién nacida fabrica argandeña.
Así la Sociedad Azucarera de Madrid pide al Gobierno la construcción de un ferrocarril que uniría la Poveda con Ciempozuelos en dos fases, que, a la hora de la verdad acabarían inaugurándose a la vez. En 1901 se presentó el proyecto de un primer ferrocarril que uniría La Poveda con los campos de Gózquez en San Martín de la Vega; y tres años más tarde, una segunda línea desde este punto hasta Ciempozuelos, si bien la línea completa entraría en funcionamiento en 1907.
Pero además la creación de la fábrica provoca el nacimiento de un pequeño núcleo de población formado por las familias de los trabajadores, que se instalarán a pocos metros de la Azucarera en terrenos de la propia empresa. Así nace el Barrio de La Poveda, que hoy forma parte de Arganda y tiene unos cinco mil habitantes.
Como la industria del azúcar era muy boyante, y más tras la desaparición de la histórica primera Azucarera de Aranjuez, la Azucarera de Madrid se embarca en un nuevo proyecto. Así en 1903 solicitan la construcción de una nueva vía férrea, que comunicará La Poveda con Torrejón, y que debía entrar en funcionamiento siete años más tarde.
Pero este proyecto faraónico, que incluye la construcción de un puente metálico sobre el Jarama, hunde las cuentas de la empresa. Azucarera de Madrid se declara en suspensión de pagos en 1913 iniciando un largo proceso de reestructuración que terminará con la compra de la empresa por parte de ECAYA.
Tras un primer saneamiento de las cuentas, en 1918 se reactiva el proyecto del ferrocarril de La Poveda a Torrejón, dando el Gobierno un plazo de tres años para su ejecución. Y casi se cumplen los plazos. La nueva vía férrea se inaugura el 1 de julio de 1922, después de que el mismísimo Alfonso XIII supervise la construcción del que se conocerá como "Puente de Gózquez", que unirá Torrejón y Mejorada atravesando el Jarama.
Y es que la parte más compleja de la infraestructura planteada por la Azucarera será, precisamente, el puente que busca soslayar el río. Ya en el primer proyecto de esta línea se contemplaba la creación de un macropuente de hormigón, pero el altísimo coste obliga a construir un puente metálico.
No será el único puente que construya la Azucarera, pues la primera vía que unía Arganda y Ciempozuelos vio la creación del llamado Puente Pindoque en plena finca de Gózquez, y en el término municipal de San Martín de la Vega. De este puente solo quedan los recuerdos, y los pilares, pues tras ser uno de los escenarios de la Batalla del Jarama, que voló toda la cubierta metálica, fue abandonado en los años 70.
En 1923, y para intentar salvar su precaria situación económica, Azucarera de Madrid alquila la línea férrea a la Compañía de Alcoholes y Azucarera del Ebro, ECAYA, principal competidora de Azucarera Española, y que dos años más tarde comprará el total de la empresa.
Esta nueva etapa se ve bruscamente interrumpida por el estallido de la Guerra Civil en 1936. Así las crónicas hablan de una actitud heroica de los trabajadores de La Poveda, que tras conocer que el 8 de febrero de 1938 el Espolón de Vaciamadrid había caído en manos del bando nacional, trituran rápidamente el remanente de la última cosecha, a sabiendas de que el humo de la chimenea delatará su actividad.
Y así fue. Tras comprobar que la fábrica estaba en funcionamiento, el Ejército Nacional batió el recinto, lo que no impidió que esa última producción de azúcar se enviase al Madrid sitiado. El resultado fue la muerte de varios trabajadores, cuya sangre tiñó de rojo el azúcar esparcido por el suelo de la fábrica.
También en 1938, y esta vez al norte de la línea, el ferrocarril será clave en la estrategia defensiva del Ejército Republicano. De tal forma el tramo del tren que unía Torrejón y Mejorada se convertirá en la primera parte del llamado “tren de los cuarenta días” o “Vía Negrín” que buscaba conseguir una conexión alternativa con Tarancón para romper el sitio de la capital.
El nombre de esta vía se la pusieron los propios republicanos, que afirmaban que estaría terminado “en mes y medio”. Pero como las obras se sabe cuando empiezan pero no cuando acaban, y más en tiempos de Guerra, al final pasó a denominarse “el tren de los cien días”.
Los constructores de esta línea férrea, tras incautar el primer tramo a la Azucarera, serán los presos de las cárceles republicanas, ayudados por los vecinos de los pueblos por los que pasaba la vía. En total casi veinte mil personas construyeron la infraestructura.
Al ser un tren de guerra, se puso en marcha incluso antes de su inauguración oficial, que se produciría el 11 de junio de 1938. El viaje del tren empezaba en Tarancón, donde se llenaba de víveres y municiones, y visitaba las localidades de Belinchón, Estremera, Carabaña, Orusco, Ambite, Villar del Olmo, Nuevo Baztán, Pozuelo de la República (hoy Pozuelo del Rey), Loeches y Mejorada antes de conectar con Madrid por la estación de Torrejón. El “tren de los cuarenta días” celebra su último viaje un siete de abril de 1939, tan solo seis días después del fin de la guerra.
Y con el Franquismo comienza el declive del Tren de la Azucarera. En 1954 la empresa pide al Gobierno el cierre del tramo de La Poveda a Ciempozuelos, arguyendo que era mucho más rentable utilizar camiones. Y así será. En 1971 el tramo queda clausurado, mientras que el de Torrejón vive una nueva reconversión. De tal forma, el tren que había servido para transportar el azúcar desde La Poveda se le entrega a RENFE para ser utilizado como vía de servicio de las fábricas de CEPSA y Butano.
También en 1972 cierra de forma oficial la fábrica de La Poveda, poniendo fin a una historia de casi 75 años. Pero antes de despedirse, la fábrica deja un último momento para la historia. Así en 1967 Jess Franco escoge la fábrica argandeña para rodar varias escenas de su película “Lucky el intrépido”.
Hoy, cincuenta años después de la clausura, parece que los argandaños quieren recuperar esa historia perdida. Así en 2019 comienza un proyecto de reconstrucción de lo que fue la “casita del guardia”, último reducto que quedaba en pie de la histórica fábrica. Este espacio ya reformado se ha convertido en el Centro de Interpretación de La Poveda, epicentro de las celebraciones del 125 aniversario de la inauguración de la fábrica, que se han celebrado hace unos días. En concreto La Poveda aprovechaba las Fiestas del Carmen para inaugurar un enorme mural que recuerda la historia de la fábrica que dio nombre al barrio.
El Centro Integrado de La Poveda, coronado en su fachada con un mural de 28 metros cuadrados que retrata la histórica fábrica de la Azucarera, la sido también el escenario donde se han expuesto 19 fotografías cuidadosamente seleccionadas por la Asociación Vecinal de La Poveda, un grupo de vecinos del barrio coordinados por Paco Louzán y técnicos del Archivo Municipal de Arganda del Rey.
Pero además, el llamado “Puente Gózquez” entre Torrejón y Mejorada comienza, desde hace tan solo unos días, una nueva vida al ser reconstruido por Amazon e inaugurado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Samuel Román