El Hospital de Valdebebas costará el doble de lo presupuestado

Los sindicatos critican su construcción y el Plan de dotación de personal

La Comunidad de Madrid va a poner en marcha el Hospital Enfermera Isabel Zendal, que permitirá que el resto de hospitales de la red pública de la Sanidad madrileña pueda recuperar la normalidad en la actividad asistencial con pacientes que no tienen coronavirus.

La Consejería de Sanidad y los sindicatos con representación se han reunido en la Mesa Sectorial de Sanidad para tratar el procedimiento de adscripción de profesionales sanitarios que quieran trabajar en el nuevo centro, que contará con 1.000 camas de hospitalización y 48 de UCI, y que comenzará a recibir pacientes de coronavirus en las próximas semanas.

La propuesta presentada por la Dirección General de Recursos Humanos recoge que este nuevo recurso se destinará principalmente a disminuir la presión asistencial del resto de hospitales del Servicio Madrileño de Salud, para que estos puedan ir recuperando progresivamente la actividad no COVID, tanto de lista de espera, como actividad quirúrgica y de consultas. El objetivo es que esta nueva dotación sirva de apoyo y soporte al resto de la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.

El hospital contará con un equipo coordinador estable que a su vez activará las unidades multidisciplinares de profesionales de otros centros de la red que previamente haya presentado una solicitud voluntaria para incorporarse con carácter temporal a este nuevo hospital.

En caso de que las solicitudes no fuesen suficientes, se abrirá un proceso adscripción directa a través de los efectivos de refuerzo contratados durante el año 2020 por COVID-19.

Para la dotación de los profesionales necesarios para la atención asistencial Covid-19 en este hospital, se determinarán las categorías, perfiles y el número de profesionales requeridos para las distintas unidades asistenciales como la Unidad multidisciplinar de hospitalización convencional, la Unidad multidisciplinar de cuidados intermedios, la Unidad multidisciplinar de cuidados intensivos y la Unidad multidisciplinar de apoyo y servicios centrales.

Mediante la convocatoria correspondiente se abrirá un proceso de adscripción voluntaria, que las gerencias de cada hospital de la red publicarán en los tablones de anuncios de los centros sanitarios, en la intranet del propio centro, así como en cualquier otro medio que permita su difusión, para que el personal estatutario, laboral o funcionario, fijo e interino, de las categorías que se determinen, pueda solicitar su adscripción temporal al nuevo Hospital Enfermera Isabel Zendal.

La adscripción al nuevo Hospital tendrá carácter temporal y durará el tiempo necesario para atender las necesidades asistenciales por Covid-19 en este nuevo recurso, para lo que se emitirán las correspondientes comisiones de servicio. Los profesionales percibirán las retribuciones por el centro de origen del que dependerá orgánicamente, si bien funcionalmente pasará a depender del Hospital Enfermera Isabel Zendal.

"Se desconoce el número de profesionales que tendrán que trabajar en el Hospital Enfermera Isabel Zendal pero sí que ha costado cerca de 100 millones de euros y que, en principio, sólo se abrirán 248 camas y 16 espacios UCIs", tal y como contaba SATSE tras la reunión.

La Mesa Sectorial Monográfica sobre el Hospital Enfermera Isabel Zendal ha dejado clara la postura de la Administración que quiere poner en marcha el hospital con personal voluntario. De no ser suficiente se completará con los profesionales contratados para la Covid y cuyos contratos llegan hasta el 31 de diciembre de 2020.

SATSE Madrid ha dejado clara su postura de que “si hay personal voluntario que quiere acudir al Hospital Enfermera Isabel Zendal lo aceptamos, como no podría ser de otra forma, pero exigiremos que su puesto sea cubierto por otro profesional de nueva contratación para evitar que tengan que ser las compañeras/os las que deban hacerlo, precarizando la asistencia que ofrecen”.

Parece que la intención de la Dirección General de Recursos Humanos es no cubrir las ausencias que se produzcan y todo ello a pesar de las más de 1.500 bajas por enfermedad existentes en la actualidad y que las plantillas, especialmente en Enfermería, son muy deficitarias. SATSE Madrid continúa con la recogida de escritos de disconformidad con los traslados al Hospital Enfermera Isabel Zendal (ya se han recogido más de 6.300 en hospitales y centros de salud) lo que muestra que muchos profesionales sanitarios no están conformes con la política del Sermas.

Las plantillas enfermeras en la Comunidad de Madrid están bajo mínimos y a la cola de España en relación enfermera/paciente, la atención a pacientes no Covid casi se ha paralizado y la Administración lo que pretende es detraer enfermeras de los centros hospitalarios sin cubrir las vacantes que se generen.

“Los perjudicados, explican desde SATSE Madrid, serían los madrileños que tendrían hospitales con menos enfermeras y también éstas ya que se verán obligadas a multiplicarse por la falta de refuerzos. Seguiremos teniendo plantillas escasas, profesionales estresados y agobiados y pacientes que consideran que no les está atendiendo con las garantías que reclaman”.

“Lo que sí tendremos, explican, será un hospital que muchos profesionales sanitarios no consideran prioritario y en el que trabajarán cientos o miles de profesionales cuyas condiciones laborales (turnos, ratios de enfermeras/paciente, etc.) siguen siendo una incógnita”.

La situación, explican desde SATSE Madrid, creemos que va a empeorar ya que dentro de poco empezarán a acudir pacientes con gripe y problemas respiratorios a hospitales y centros de salud. Problemas que no sabemos cómo van a poder resolverse con las plantillas actuales y menos si las reducen con los traslados al Hospital Enfermera Isabel Zendal, en principio con voluntarios y luego con profesionales a los que se les obligará a trasladarse.

Tampoco nos han explicado qué va a pasar con los pacientes no Covid a los que no se está atendiendo correctamente ya que muchas consultas externas están cerradas o funcionando a medio gas por falta de profesionales de Enfermería que han sido trasladados a otros Servicios hospitalarios. Pacientes a los que tampoco se les está dando alternativa en los centros de salud donde la falta de profesionales de Enfermería es, si cabe, más agobiante.

Lo que sí sabemos es que el Gobierno regional está empeñado en abrir un nuevo hospital con 248 camas, que ha costado casi 100 millones de euros, y que no se sabe qué se hará con él una vez pase la pandemia.

CCOO de Madrid acusa al Gobierno Regional de «opacidad y falta de transparencia» en la construcción del Hospital de Emergencias Isabel Zendal, y reprocha a la Comunidad de Madrid los incumplimientos en materia laboral y de seguridad y salud en el trabajo. El sindicato atribuye su edificación a intereses relacionados con el lobby de las «habituales» empresas de la construcción, que son las que «realmente van a sacar beneficio de esta operación».

Comisiones Obreras de Madrid ha tachado de «innecesaria» y «verdadero despropósito» la construcción del hospital de pandemias puesto en marcha por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. A través de su secretario general, Jaime Cedrún, el sindicato ha acusado al Gobierno Regional de una «absoluta opacidad y falta de transparencia» en el procedimiento para la construcción del Hospital de Emergencias Isabel Zendal, y ha reprochado los numerosos incumplimientos en materia laboral y de seguridad y salud en el trabajo, que ya han ocasionado accidentes mortales entre sus trabajadores.

Para Cedrún, la construcción del hospital está sufriendo una «peripecia escandalosa». «Estamos ante un auténtico despilfarro que va a costar el doble de lo que inicialmente se presupuestó, algo similar a lo que ocurrió con el hospital de IFEMA», dijo. A su juicio, todo indica que «estamos ante la operación característica en los gobiernos regionales del PP a favor del lobby de empresas habituales de la construcción, que son las que realmente van a sacar beneficio de esta operación». En este sentido, denunció que tanto en el hospital de IFEMA como en el de Valdebebas, a los sobrecostes también les han acompañado las numerosas subcontrataciones que solo redundan en «más precariedad y peligro» para los trabajadores.

Además, el máximo responsable de CCOO en la región criticó el «oportunismo político» de Ayuso por intentar hacer un hospital en tres meses, «deprisa y corriendo, sin respetar normas laborales ni convenios». Al respecto, Cedrún reclamó que «con carácter inmediato» se cumpla con toda la legalidad vigente en materia laboral, de seguridad y salud en el trabajo, y que se proceda a la contratación de todo el personal que se necesite, para que el hospital pueda cumplir con el objetivo de atender a las personas afectadas”.

Por su parte, la secretaria general de Sanidad de CCOO Madrid, Rosa Cuadrado, evidenció las circunstancias que han rodeado la construcción de este hospital, cuya adjudicación por un concurso de emergencia, se hizo «de un día para otro, con el mismo procedimiento, la misma rapidez y falta de transparencia y de control con la que se van a adjudicar ahora los servicios de cocina, de mantenimiento y de limpieza».

Cuadrado lamentó que, además, para un hospital «que no necesitábamos» no parezca haber presupuesto para dotarlo de los profesionales sanitarios que requeriría para su puesta en marcha. En este sentido, recriminó a la Consejería de Sanidad que su propuesta sea la de reordenar a los profesionales para que, «de manera voluntaria o forzosa», vayan a trabajar a este centro. Con esta decisión podría repetirse en Atención Primaria y en el SUMMA (Servicio de Urgencias Médicas de Madrid) el efecto «demoledor» que ya se produjo cuando se trasladó a sus profesionales al hospital de IFEMA durante la primera ola de la pandemia.

La responsable sindical recordó que la Comunidad de Madrid nunca llegó a renovar los 10.000 contratos que se hicieron en marzo por refuerzo de COVID-19, y que a día de hoy se han renovado unos 7.500 contratos «que han resultado insuficientes para solventar la pérdida de profesionales que venimos arrastrando desde hace diez años».

«Hay cuentas que son muy fáciles de entender», argumentó Rosa Cuadrado. «Si se van a poner en funcionamiento 1.000 camas en el nuevo hospital de emergencia –explicó- y es imprescindible intentar recuperar una actividad que permita atender las listas de espera quirúrgicas, las diagnósticas, la actividad en las consultas de especialistas y, en definitiva, atender las necesidades asistenciales que se han demorado y agravado por la pandemia, está claro que poner en marcha el nuevo hospital de Valdebebas restando recursos a la atención hospitalaria no sólo no será operativo, sino que restará eficiencia y pondrá en peligro el funcionamiento del resto de centros hospitalarios».


Fuente:
eltelescopiodigital.com