Trucos para mejorar la memoria en ancianos

 

TK Home Solutions repasa estrategias para mantener una memoria saludable y revela síntomas que nos deben poner en alerta


 

La memoria es una de las capacidades cognitivas más valiosas y su importancia se acentúa especialmente en la tercera edad. Mantener una memoria saludable no solo contribuye al bienestar personal, sino que también permite a las personas mayores mantener su independencia. Según datos que maneja TK Home Solutions, en España unas 800.000 personas padecen Alzheimer. Afortunadamente, no todos los casos de demencia son tan graves. Para prevenir la pérdida de memoria existen trucos y estrategias que pueden ser de mucha utilidad en los ancianos, brindándoles una mejor calidad de vida.

 


SALUD INTEGRAL


 

 

La memoria almacena las experiencias, conocimientos y emociones acumulados a lo largo de toda una vida. Para los ancianos, mantener una memoria funcional es esencial por diversas razones que influyen en su bienestar físico, mental y emocional, entre ellas, los expertos de TK Home Solutions destacan las siguientes:


 

1. Autonomía y calidad de vida

Una memoria saludable permite a las personas mayores mantener su independencia y realizar tareas cotidianas de manera efectiva, sin tener que depender excesivamente de otros.
 

2. Relaciones sociales

Las relaciones interpersonales son fundamentales para el bienestar emocional. Una memoria activa facilita la conexión con familiares y amigos, lo que resulta muy reconfortante.
 

3. Toma de decisiones

Mantener recuerdos de experiencias pasadas ayuda a evaluar las situaciones cotidianas y tomar mejores decisiones.
 

4. Participación en actividades sociales

Una memoria funcional permite recordar eventos, fechas y compromisos, lo que facilita la integración de la persona en su vida social.
 

5. Estimulación cognitiva

La mente es como un músculo que debe ejercitarse. A través de diferentes desafíos mentales se ayuda a mantener la agudeza mental en la tercera edad.
 

6. Prevención del deterioro cognitivo

Mantener una buena memoria puede prevenir o retrasar el deterioro cognitivo relacionado con la edad, así como reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer.
 

7. Preservación de la identidad

Los recuerdos constituyen una parte esencial del ser humano y mantenerlos ayuda a la conexión con la propia historia, los valores intrínsecos de la persona y sus propias experiencias, lo que conlleva un sentido de la identidad.
 

8. Adaptación a los cambios

La memoria provee información sobre cómo se han enfrentado y resuelto desafíos en el pasado y esta experiencia puede ser muy valiosa para abordar nuevas situaciones y retos.
 

9. Sensación de felicidad

Los recuerdos a menudo están cargados de emociones y sentimientos. Revivir experiencias agradables puede generar una sensación de felicidad y bienestar.


 

Mantener una memoria saludable en personas mayores es una meta alcanzable. Estos son algunos trucos que los expertos de TK Home Solutions consideran más efectivos:


 

Actividad física regular

El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, estimulando el crecimiento de nuevas células nerviosas y mejorando la función cognitiva. Actividades como caminar, nadar o hacer yoga pueden ser beneficiosas.
 

Estimulación mental

Participar en actividades intelectuales hasta cierto punto desafiantes mantiene el cerebro en forma. Resolver rompecabezas, jugar a juegos de mesa, aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento musical son ejemplos de actividades que estimulan la mente.
 

Pasar tiempo con otras personas

Pasar tiempo con amigos y familiares, conversar con iguales o participar en grupos de voluntariado estimula diferentes áreas del cerebro y previene el aislamiento.
 

Organización y rutina

Mantener una rutina diaria y utilizar herramientas de organización, como agendas y recordatorios, ayuda a ejercitar la memoria a corto plazo.
 

Nutrición e hidratación

Una dieta equilibrada y rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y nutrientes esenciales contribuye al bienestar cerebral. Además, mantenerse hidratado es fundamental para el funcionamiento óptimo del cerebro. Beber suficiente agua durante el día ayuda a mantener la concentración y la memoria.
 

Practicar la relajación y la meditación

El estrés crónico puede afectar negativamente la memoria. La práctica regular de técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, puede ayudar a mejorar la función cognitiva.
 

Dormir suficientemente

El sueño desempeña un papel crucial en la consolidación de la memoria. Establecer una rutina de sueño regular y crear un ambiente propicio para el descanso favorece la función cerebral y la retención de información.
 

Mantener intereses y pasatiempos

Fomentar actividades que generen pasión y curiosidad estimula la mente y proporciona oportunidades para crear nuevos recuerdos y conexiones neuronales.
 

Estimulación sensorial

Experimentar diferentes estímulos sensoriales, como olores, sonidos y texturas, ayuda a crear recuerdos más duraderos, ya que el cerebro procesa información a través de múltiples sentidos.
 

Aprender nuevas habilidades

Aprender algo nuevo, ya sea cocinar una receta, bailar o utilizar un dispositivo tecnológico, supone un importante desafío para el cerebro.
 

Mantenerse al día

Mantenerse informado leyendo los periódicos o disfrutar de actividades culturales como exposiciones y obras de teatro estimula el pensamiento crítico y la creatividad.
 

Evitar el consumo de alcohol y tabaco

El alcohol y el tabaco pueden afectar negativamente la memoria, por lo que evitar estos hábitos es altamente beneficioso para el individuo.
 

Realizarse chequeos médicos regulares

Controlar problemas de salud como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto es esencial, ya que estas afecciones pueden afectar la función cerebral y la memoria.
 

Flexibilidad cognitiva

Estar dispuesto a aprender nuevas cosas, adaptarse a los cambios y aceptar desafíos contribuye a mantener la mente ágil.


 

Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions, comenta: “Si se observan cambios significativos en la memoria, la función cognitiva y el comportamiento de una persona mayor, es recomendable buscar ayuda médica. Un médico de familia o un neurólogo puede evaluar la situación, realizar pruebas cognitivas, establecer un diagnóstico y proponer un tratamiento adecuado. Además, podemos ayudar a las personas con problemas de memoria con una sencilla intervención, como la instalación de salvaescaleras para garantizar la seguridad en el hogar. En cualquier caso, la detección temprana y la intervención adecuada pueden marcar la diferencia en la gestión de los problemas de memoria y en la calidad de vida de la persona afectada y sus cuidadores”.