Ciudades Patrimonio: El legado de la Humanidad

La entrada del Paseo del Prado en la lista de Patrimonio de la UNESCO eleva a cinco los espacios protegidos en Madrid

En 1959, el Gobierno de Naser en Egipto comienza a construir la presa de Asuán con el fin de aprovechar las crecidas del Nilo. Sin embargo, la creación de una de las mayores infraestructuras creadas por el hombre hasta ese momento iba a destruir el templo de Abu Simbel, una auténtica joya del Imperio egipcio que se mantenía en muy buen estado de conservación. Ante la negativa de Naser a dar marcha atrás al proyecto, la ONU, a través de su agencia para la protección de la cultura, la UNESCO, pone en marcha una campaña de recogida de fondos entre los países de la Organización con el fin de salvar el importante templo.

Y lo consiguen. Tan sólo unos meses después de iniciar el “crowdfunding”, la UNESCO había conseguido los ochenta millones de dólares que necesitaba para desmontar piedra a piedra el templo egipcio y reconstruirlo en una zona a salvo de la presa.

Esta campaña de protección cultural, única en la historia de la Humanidad, se consideró un gran éxito internacional, y fue secundada por otras, como la protección de Venecia, o la salvación de las ruinas de Mohenjo-Daro en Pakistán y el templo Borobudur de Indonesia.

Al comprobar que eran muchos los monumentos, sitios, ciudades y espacios naturales susceptibles de ser protegidos, la UNESCO crea, en 1972, un Comité del Patrimonio Mundial, un ente formado por 21 países elegidos por la ONU encargado de decidir a que lugares se les daba una especial protección.

Así nace la llamada Lista de Patrimonio de la Humanidad, un catálogo con más de mil espacios que, a juicio de la UNESCO, deben ser protegidos. Y en esta importante lista España ocupa uno de los lugares más destacados, pues sus 49 espacios Patrimonio de la Humanidad convierten al país en el tercero del mundo, tan sólo por detrás de Italia y China. Y, de entre ellos, cinco están situados en la Comunidad de Madrid, el último nombrado hace dos meses.

Cuando nace la Lista de Patrimonio, la UNESCO crea unas reglas para intentar organizar todo el extenso catálogo de bienes susceptibles de ser protegidos, y pone en marcha un largo proceso que deben cumplir los países y lugares candidatos. En primer lugar, el país debe incluir, justificándolo debidamente, sus espacios con capacidad de ser protegidos en una Lista Provisional, tras la petición oficial de la Comunidad Autónoma a la que pertenece. Esta lista, en la que ahora mismo hay treinta propuestas inscritas en España, se envía a la UNESCO, que la aprueba en bloque, sin analizar las propuestas concretas incorporadas por cada país.

Después de llevar un año en la Lista Provisional, la Comunidad Autónoma puede pedir al país la inclusión en la lista de Patrimonio Mundial, enviando un expediente de candidatura a la UNESCO. Tras evaluarla, y considerarla apta, el organismo internacional envía unos comisarios encargados de analizar sobre el terreno la candidatura, tomando una decisión que llegará directamente a la reunión anual del Comité de Patrimonio, que decidirá si acepta la inclusión, si la rechaza o si posterga su decisión dando tiempo al país para que mejore la propuesta. En caso de postergar la decisión, la candidatura debe esperar un año y medio para volver a comenzar todo el proceso, mientras que si el Comité la rechaza no puede volver a presentarse. Este largo proceso busca cribar las candidaturas, haciendo que sólo sean Patrimonio aquellas que verdaderamente lo merezcan, y dejando fuera aquellas motivadas por decisiones políticas espurias.

A lo largo de los años, España ha conseguido inscribir 49 espacios en esta Lista de Patrimonio Mundial, en la que aparecen las categorías de Patrimonio Natural, Patrimonio Cultural y Patrimonio Cultural Inmaterial.

En Madrid hay cinco espacios con esta categoría de protección, que son el Monasterio de El Escorial, el Casco Histórico de Alcalá, el Paisaje Cultural de Aranjuez, el Hayedo de Montejo y el Paseo del Prado de Madrid.

El primero en entrar en la lista fue el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, un 2 de noviembre de 1984. La intención de España era extender la protección a todo el Real Sitio diseñado por Felipe II, pero la UNESCO no consideró que fuera conveniente. En 1998 la Comunidad de Madrid lo volvió a intentar, pidiendo a España que extendiese la protección a todo el recinto, pero esta vez fue el Colegio de Arquitectos de Madrid el que decidió que no era necesario, al menos, hasta que se restaurase convenientemente toda la zona. Desde entonces ha llovido mucho y, a pesar de tener protección BIC, buena parte de la zona está incluida en los PGOUs de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial.

Catorce años después de que El Escorial fuese declarado Patrimonio Mundial, Alcalá conseguía también el título. Era una mañana del 2 de diciembre de 1998 cuando los alcalaínos conocían que la UNESCO había aprobado su candidatura, una candidatura que protege la Universidad Cisneriana, el Recinto Histórico de Alcalá y el Patrimonio cultural de los siglos XVI y XVII, siendo uno de los primeros elementos protegidos de lo que, años más tarde, se llamará Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En 2001 será Aranjuez la que entre en la exclusiva lista de la UNESCO, y lo hará un 14 de diciembre. En concreto la UNESCO aprueba una candidatura que protege elementos históricos, culturales y naturales, además del casco histórico de la localidad. Así, forma parte de la lista el Casco Antiguo, el Palacio Real, los Jardines del Príncipe y de la Isla, el Real Cortijo de San Isidro o El Deleite, entre otros muchos espacios.

En 2017 España forma parte de una candidatura conjunta que buscaba proteger los hayedos europeos, y, entre ellos, el Hayedo de Montejo, en plena Sierra Norte. En concreto, se trataba de una extensión de una candidatura presentada por los Cárpatos unos años antes, y que el organismo había decidido extender a otros doce países europeos, entre ellos España. La protección, así, llega a 78 hayedos repartidos por el continente, incluyendo el escondido en plena Sierra del Rincón. El Hayedo de Montejo entra en la lista de Patrimonio Mundial un 7 de julio de 2017.

Hace poco más de un mes, el 21 de julio de 2021, Madrid inscribía su quinto espacio Patrimonio de la Humanidad, y el primero en plena capital de España. El primero, porque otra candidatura ya fue desechada hace unos años. Así, en 1995 España decidía incluir en la lista provisional el Palacio Real de Madrid, pero retiraba la candidatura tan sólo un año después. Han tenido que pasar 25 años para que la capital de España tenga por fin la categoría de Ciudad Patrimonio de la Humanidad. En concreto la zona delimitada por el Parque del Retiro y el Paseo del Prado incluye elementos como el Museo del Prado, la Estación de Atocha, la Cuesta de Moyano, el Retiro, el Jardín Botánico, el Palacio de Cibeles o la Puerta de Alcalá. •

Samuel Román
eltelescopiodigital.com