Antonio de Nebrija y el nacimiento del castellano

Se cumplen quinientos años de la muerte de una de las figuras más importantes de la historia de Alcalá

Aunque a veces lo parezca, Alcalá de Henares no es sólo la tierra de Cervantes, Azaña o Cisneros, si no que se convirtió, en pleno siglo de Oro, en el principal foco cultural de España, hasta el punto de que fue en la ciudad complutense donde se pusieron los primeros cimientos de la normativización lingüística del castellano, y en ello tuvo mucho que ver la presencia de un controvertido personaje del que en 2022 se cumplen 500 años de su muerte: Elio Antonio de Nebrija.

Nebrija, llamado así por haber nacido en plena localidad sevillana de Lebrija, se convertirá en el primer “super ventas” de la historia de la literatura, llegando a crear en España el pago por derechos de autor. Pero su historia comienza mucho antes. Nacido, según los datos, porque no hay documentos, en 1444 en el seno de una familia de “agricultores acomodados”, como él mismo define a sus padres, Nebrija enseguida abandona Andalucía para formarse en la Universidad de Salamanca desde donde, gracias a una beca del obispado de Córdoba se marchará a Bolonia a estudiar teología. De vuelta a España trabajará para el arzobispo de Sevilla, pero la vocación sacerdotal no tardará en abandonarle cuando se cruce en su camino Isabel Solís de Maldonado, con la que se casará iniciando una nueva vida como profesor en la Universidad de Salamanca.

Aquí comenzará un estudio pormenorizado de las raíces latinas del castellano que le llevará a autoimprimir (en realidad, su trabajo de docente le impide regentar un negocio privado, por lo que pone al frente de la imprenta a un hombre de paja) el segundo libro publicado en la ciudad salmantina Introductiones Latinae, un libro que se convierte en un auténtico best seller europeo, y en manual de texto en todas las universidades del continente. El éxito de las Introducciones fue tal que Nebrija comenzó a reclamar derechos de autor a todos los centros donde se utilizaba su libro.

Pero esta publicación tiene varias derivadas, porque permite al escritor entrar en contacto con Juan de Zúñiga, Maestre de la Orden de Alcantara y futuro Arzobispo de Sevilla, que se convierte en su mecenas y hace que pueda dedicarse por completo a la elaboración de uno de los documentos más importantes de la historia del castellano, que fija las normas lingüísticas casi dos siglos antes del nacimiento de la RAE. La Gramática, dedicada a la reina Isabel la Católica, le da el empujón definitivo para que el Cardenal Cisneros le convierta en uno de los fichajes estrella de su proyecto más ambicioso, la Biblia Políglota Complutense, lo que llevará a Nebrija a Alcalá.

Cisneros pretendía, y la financió de su bolsillo, crear el documento definitivo de estudio de las sagradas escrituras, escribiendo y publicando una Biblia en latín, griego y hebreo para lo que llevó a Alcalá a los más grandes estudiosos del momento. Pero el trabajo, obviamente, es controvertido, y enseguida las “estrellas” de la lingüística europea chocan entre sí. Nebrija es partidario de ir a las auténticas fuentes originales, es decir los textos en hebreo y arameo, mientras que la mayoría de sus compañeros prefiere seguir las traducciones ya fijadas como dogma por la Iglesia. Este roce acabará en cisma cuando Cisneros le pida expresamente que siga los textos fijados por la Vulgata, lo que provocará que Nebrija vuelva a Salamanca. Por cierto, la historia de la Políglota no termina ahí, pues Erasmo de Rotterdam consigue el privilegio papal, a pocos años de su publicación, para imprimir en exclusiva textos del Antiguo Testamento, por lo que la obra magna de Cisneros tardará varios años en ver la luz.

La idea de defender el estudio del hebreo en plena España de la Inquisición costará cara a Nebrija: el Tribunal del Santo Oficio, justo tras la muerte de su protectora Isabel la Católica abre un proceso contra él, que se cierra a los pocos meses cuando Cisneros se convierte en Gran Inquisidor. Asustado por lo ocurrido, Antonio deja de acudir a la Universidad, que termina por sacar a concurso su cátedra quitándole también la asignación económica. Para sobrevivir Nebrija se convierte en Cronista Oficial de Fernando el Católico (al lingüista se le atribuye la frase “Tanto monta”), aunque, cuando queda una vacante en Salamanca, vuelve a la Universidad.

Lógicamente, su absentismo durante varios años, sumado a la denuncia permanente de los profesores “ignorantes” que comenzaban a llenar las aulas, le valieron muchos enemigos entre el claustro, si bien contaba con el apoyo de buena parte de sus alumnos. El clima se fue haciendo cada vez más irrespirable hasta el punto de que, tras la muerte del maestro Tizón, Nebrija se postula a su cátedra, perdiendo la oposición y abandonando, de forma definitiva, la Universidad de Salamanca.

Tras un breve periodo en Sevilla, y con setenta años cumplidos, Cisneros vuelve a acordarse de él, convirtiéndole en catedrático de su recién nacida Universidad Complutense, y además, consiguiendo lo que nunca consiguió en Salamanca: libertad total de cátedra. El lingüista será uno de los encargados de estrenar el Colegio de San Ildefonso construido por Pedro Gumiel tras conseguir el permiso del Papa, donde dará clases hasta su muerte, el 2 de julio de 1522.

Y, como en 2022 se cumplen quinientos años de su fallecimiento, España ha decidido dedicarle todo el año a su figura, una celebración en la que Alcalá tendrá mucho que decir. Entre las actividades más importantes previstas para este 2022, figuran una gran Gala Nebrija en el Teatro Real (21 de febrero de 2022), una exposición en la Biblioteca Nacional de España (que contaría con una parte replicable que se podría exponer en otros países a través de la red de Institutos Cervantes), la publicación de diversos libros (uno de ellos presentado hace unos días en FITUR) y de una novela gráfica o cómic, una novela sobre su vida, un documental para televisión, un congreso internacional en Lebrija, un panel Nebrija en el Congreso Internacional de Hispanistas (Neuchâtel, Suiza), presencia en el Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE, Arequipa, Perú), diversos proyectos culturales digitales en web y redes sociales, monográficos en revistas culturales, textos académicos de docentes y alumnos universitarios, varios conciertos, una obra de teatro, emisión de monedas y sellos conmemorativos, y la construcción de un monumento en su ciudad natal.


Samuel Román

eltelescopiodigital.com