La DGT estrena campaña de control de buses escolares

Más de seiscientos mil niños lo utilizan en España

La Dirección General de Tráfico (DGT) pone en marcha dentro de su calendario anual de seguridad vial, una campaña especial de vigilancia de los vehículos de transporte escolar. En la misma, que se llevará a cabo hasta el viernes 29 de enero, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán las inspecciones sobre estos vehículos, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio. Además, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.

Como es habitual en este tipo de campañas, también se ha invitado a los municipios a sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte se realice tanto en zona urbana como en interurbana. La seguridad es la máxima prioridad también en este tipo de transporte y las cifras de siniestralidad anuales reflejan que éste es un sector seguro.

Los datos dicen, además, que el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar, bien en el momento de subir o bajar del vehículo, bien en los instantes inmediatos y, en muchos casos, se trata de atropellos causados por una distracción, ya sea del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres. Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.

A diario, según datos del Observatorio de Transporte de Viajeros por Carretera, del Ministerio de Fomento, más de 600.000 alumnos utilizan el autobús escolar para acudir al colegio y regresar a casa por lo que para la Dirección General de Tráfico la movilidad segura de los menores es una de sus prioridades.

La velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos, por lo que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores.

Además, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados. Actualmente más del 60% de este tipo de vehículos ya lo tienen incorporado.

Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. Desde el 20 de octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención.

Por otro lado, crear caminos escolares seguros, que faciliten el desplazamiento a la escuela andando, en bicicleta o en transporte público, es uno de los objetivos de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020.

Este es también el propósito de la Dirección General de Tráfico quien, a través del proyecto "Camino Escolar Seguro", pone a disposición de padres, alumnos, colegios y ayuntamientos, no solo recursos educativos, sino también iniciativas para poder realizar los desplazamientos de ida y vuelta al colegio a pie, en bici o en transporte público.

Los trayectos de casa al colegio pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial, tales como:

  • No pararse nunca detrás del autobús.
  • Esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante.
  • Dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto, si éste lo lleva instalado.
  • No correr al llegar al autobús, ni al salir.
  • Obedecer al conductor y al monitor.

La Comunidad de Madrid refuerza la inspección del transporte por carretera para garantizar la seguridad y evitar la competencia desleal en el sector. En concreto, este año incrementa el número de inspecciones previstas con, al menos, 80.000 vehículos de transporte: 70.000 se controlarán en ruta (45.000 en controles generales, 15.000 por control telemático y 10.000 en controles de pesaje), y otros 10.000 en empresas. También se procederá a la inspección de 1.600 empresas de transporte de mercancías, viajeros, operadores de transporte y plataformas digitales de contratación.

Así lo ha explicado el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras del Gobierno regional, Ángel Garrido, en la presentación del Plan de Inspección 2021 ante el Comité Madrileño del Transporte por Carretera. “El objetivo de este esfuerzo no es sancionar, sino que todos los profesionales se muevan respetando y cumpliendo la normativa vigente para competir en igualdad de condiciones. Queremos con ello perseguir el intrusismo y la competencia desleal, garantizando la máxima seguridad para conductores, pasajeros y mercancías”, ha señalado Garrido.

El Plan de inspección del transporte por carretera contempla el control de todos los tipos de transportes que se realizan en la Comunidad de Madrid, tanto de mercancías como de viajeros. Se elabora con la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y también recibe observaciones y sugerencias del Comité Madrileño de Transporte por Carretera.

El año pasado, pese a las restricciones de movilidad adoptadas por las Administraciones para hacer frente a la pandemia del coronavirus, la Consejería de Transportes llevó a cabo más del 75% de las inspecciones que estaban previstas, hasta alcanzar las 52.725.

“Lo mismo que frente al COVID-19 o la borrasca Filomena, el trabajo coordinado nos permite llegar mejor y más lejos y operar con la mayor seguridad y en igualdad de oportunidades, también para garantizar el movimiento de viajeros y mercancías”, ha destacado el consejero.

Las inspecciones que se realizan cada año se dividen entre las realizadas en carretera o ruta y las que se hacen a las empresas. En las primeras es esencial la colaboración con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, fundamentalmente el Sector Madrid de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Policía Local. En 2020 se controlaron en ruta más de 46.000 vehículos de forma conjunta.

El año pasado se realizó un esfuerzo especial en las actuaciones dirigidas al control de vehículos dedicados al transporte de mercancías que circulan con exceso de peso, con cerca de 5.500 vehículos inspeccionados. Esta vigilancia es fundamental para evitar daños en las infraestructuras de transportes y por el peligro que suponen para la seguridad vial los vehículos que circulan con más peso del permitido. De hecho, de las más de 11.000 sanciones resueltas en los controles en carretera, un 48% fueron por circular con exceso de peso. El segundo motivo de sanción más habitual fue el de carecer de la autorización necesaria para realizar el transporte de mercancías, con un 39% del total de sanciones.

También se vigila la realización del transporte público de mercancías al amparo de autorizaciones de transporte privado complementario, como es el caso de los vehículos vinculados a pequeñas empresas y sus conductores. En este punto, el Plan prevé controles específicos para las mudanzas y el reparto urbano, que se ha incrementado notablemente como consecuencia del mayor uso del comercio electrónico a raíz de los distintos confinamientos domiciliarios y geográficos para controlar la pandemia.

Igualmente, se controlan tanto el transporte de mercancías peligrosas y perecederas como el internacional y de cabotaje con campañas específicas. El año pasado, por ejemplo, se controlaron un total de 5.406 vehículos de transporte de mercancías perecederas.

La vigilancia de las rutas escolares, para comprobar que se prestan en las máximas condiciones de seguridad, es otro de los focos del Plan de Inspección, junto con el de trabajadores y de menores con discapacidad. Así, en 2020, la Dirección General de Transportes realizó controles a 697 vehículos de transporte de escolares y menores, e impuso 250 denuncias.

El Plan también incluye el control de VTC y taxi. Así, el año pasado se realizaron más de 7.600 inspecciones a este tipo de vehículos, de los cuales fueron denunciados más de 2.500. Además, se llevaron a cabo seis campañas extraordinarias de inspección de vehículos de alquiler con conductor.

En el caso de las inspecciones a empresas, la Consejería de Transportes realiza controles de empresas de viajeros, mercancías y operadores de transportes, con especial atención a las plataformas digitales de contratación. En este ámbito, en 2020 se inspeccionaron más de 6.600 vehículos.

Otro de los aspectos en los que más se va a incidir es en la vigilancia de los tiempos de conducción y descanso. Para ello se van a analizar al menos 100.000 jornadas de 3.700 conductores. El pasado año prácticamente ya se alcanzó este objetivo, con 92.700 jornadas analizadas de 3.684 conductores y 2.778 vehículos, pertenecientes a 786 empresas.

Dentro de las competencias de la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid también se incluye la formación en materia de control y vigilancia de las actividades del transporte. El objetivo de esta formación es facilitar la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que colaboran con el Gobierno regional en la inspección del transporte.

De este modo, en 2020 se han realizado 25 acciones formativas sobre el control del transporte, con un total de 920 agentes de Guardia Civil y Policías Locales formados.


Fuente:
eltelescopiodigital.com