El Hamster

En 1839 el zoólogo británico George Waterhouse realizó una expedición por siria y descubrió un pequeño roedor que más tarde se conocería como hamster

El nombre con el que se popularizó proviene del aleman “hamstern” (acaparar), debido a la costumbre de almacenar el alimento en sus abazones.

El hamster se domestica fácilmente. Duerme durante el día y aumenta su actividad cuando comienza a caer la tarde. Si la temperatura de ambiente desciende por debajo de los 13º, queda en estado de hibernación.

Por su naturaleza solitaria, al hamster no le agrada ser acariciado. Su descanso no debe ser perturbado, ya que puede reaccionar con mal humor. Además no convive muy bien con sus congéneres: un macho y una hembra deben estar juntos sólo si se desea que críen. El resto del tiempo es mejor separarlos.

El canibalismo es propio de las hembras en lactación, sobre todo cuando la alimentación no está equilibrada y poseen una cantidad insuficiente de proteínas de origen animal. La solución es suplementar con este tipo de nutrientes a las hembras gestantes o en cría.
Los hamsters dorados sufren sarna con relativa frecuencia (no contagiosa a las personas), ya que los ácaros  que producen dicha enfermedad se encuentran de forma habitual en el pelo de  éstos animales. Pero sólo  producen la enfermedad en determinadas condiciones como, por ejemplo, cuando la alimentación tiene un bajo contenido en proteínas de origen animal o en vitaminas A y E.

Una caída o un traumatismo fuerte pueden ocasionar una parálisis de las patas traseras. En estos casos, el calor y el reposo son lo más importante, y puede que en breve espacio de tiempo el animal vuelva a estar completamente normal.

Lau Lagun