9 preguntas que debes hacerte antes de tener un perro (parte I)

Tener un perro, o cualquier otra mascota, es una gran responsabilidad

Y si es el primero, surgen muchas dudas que es mejor que podamos aclarar antes para evitar problemas.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir el tipo de perro?
Debemos valorar si nuestro modelo de vida es muy activo o, por otro lado, es más bien relajado y nos gusta pasar mucho tiempo en casa. También hay que tener en cuenta si tenemos niños en casa o personas mayores. Todo ello nos ayudará a elegir de forma correcta al que más fácilmente puede adaptarse a nuestra familia. También es conveniente valorar el estado emocional del perro que elegimos, si tiene algún problema de comportamiento (en el caso de que adoptemos) o seguir los consejos del criador y nuestra experiencia con perros. Pero si se tiene poca experiencia, es mejor que el perro que se escoge no suponga un reto demasiado alto al principio.

¿Es aconsejable ampliar la familia si estamos embarazados?
Es interesante valorar el momento de la gestación. No es lo mismo estar de ocho meses que de tres. Si el embarazo está muy avanzado, quizá es mejor esperar a que nazca el niño y esperar a que nos hayamos adaptado a las nuevas rutinas. Si el embarazo es todavía incipiente, coger un perro no trae ningún problema. La consideración importante es que tengamos en cuenta los cambios que sucederán en pocos meses y acostumbrar al recién llegado a la vida que tendremos, y a no ser excesivamente dependiente.

Los perros, en general, no llevan mal la presencia de niños. Al contrario, lo que llevan mal es que pongamos sus vidas patas arriba con cambios bruscos. Si les acostumbramos a esos cambios de forma gradual, no deberíamos tener ningún problema con la llegada del bebé. Cuando los perros tienen niveles de estrés moderados, son capaces de darse cuenta de que el recién llegado es un ‘cachorro’ y empatizan con él volviéndose más delicados e incluso mostrando interés en cuidarlo y protegerlo. En cambio, si el estrés es alto (y los cambios bruscos en las rutinas provocan estrés) puede suceder lo contrario y nuestro perro puede no llevar bien el cambio.

Vivo en un piso, ¿es un problema para tener perro o gato?
Ningún problema. Para los perros, incluso los de tamaño grande, estar cerca de las personas es maravilloso. Muchos clientes nos cuentan asombrados que su perro tiene un gran jardín y, en cambio, siempre quiere estar dentro de casa. Un perro es más feliz en un apartamento de 30 metros cuadrados si dispone de una rutina adecuada de paseos, que en una finca de diez hectáreas en las que no puede convivir con sus propietarios. Para ellos es importante ser parte de la familia y vivir en el exterior de una casa no favorece esto. Con los gatos sucede igual: les encanta tener lugares propios dentro de la casa y, salvo épocas en las que sienten la llamada de la naturaleza si no están castrados, no muestran demasiado interés en alejarse de su zona de confort.

Si es un cachorro, ¿cuándo puedo empezar a sacarle a la calle?
La lógica veterinaria y la prevención de contagios imponen que el cachorro salga a la calle cuando tiene todas las vacunas puestas. Nosotros recomendamos un punto intermedio entre prevenir y no descuidar la importancia de la socialización. Los cachorros necesitan conocer entornos, personas, objetos y otros perros, siendo esto especialmente importante hasta las 16 semanas, porque es cuando la socialización es más fácil e intensa. Por eso sugerimos que el cachorro salga a la calle lo antes posible, en paseos breves y por lugares donde la probabilidad de contagio sea muy baja. Nunca llevarle a parques o pipicanes en este periodo, pero sí por lugares poco transitados por otros perros y avisando al propietario si está dispuesto a aceptar ese pequeño riesgo para acceder a otros beneficios.

Continuará el próximo mes...

Lau Lagun